lunes, 3 de agosto de 2009



El retrato es un tema que ha interesado a muchos artistas. Esteban Vicente pintó personas conocidas y desconocidas. Para nosotros el retrato fue un punto de partida en los talleres de verano, así que empezamos pintando lo que mejor conocemos. A partir de nuestra fotografía surgieron nuevos retratos como éstos ...



















Pero también quisimos hacer retratos a trozos,
dejando las huellas de nuestras manos, codos, rodillas, labios, cuellos, espaldas...


Esteban Vicente se interesó también por el paisaje, dibujando lugares que formaban parte de su vida, en los que había vivido o por los que había pasado.

Parte de su vida estuvo creando junto a su jardín, y en homenaje a él nosotros nos perdimos entre la vegetación del museo para hacer estudios del natural.

El jardín fue el punto de partida y cada uno decidió pintar el detalle o la vista general.

















Es muy diferente dibujar un jardín que atraparlo, así que recogimos muestras de cosas que nos interesaban del jardín e hicimos una colección de texturas, olores y colores.


¿Cómo se pinta lo que no se puede ver?

Nosotros hicimos algunas pruebas y descubrimos que era más difícil
pintar lo que escuchamos y sentimos que lo que vemos.
En el taller dibujamos sonidos como los de granos de arroz metidos en una lata y de pajaritos de agua. Dibujamos también algunas sensaciones como la tener sueño o estar enfadado.


Los artistas tienen estilos muy personales, pero... ¿trabajan siempre de la misma manera?
Los artistas pueden tener muchas motivaciones. No es lo mismo pintar para divertirse que pintar para vender, ni pintar para regalar que pintar para experimentar.
Esteban Vicente trabajó retocando fotografías, pintó obras para su mujer Harriet, hizo esculturas por puro "divertimento", dibujó para aprender, pintó para expresar sentimientos e hizo collage para experimentar.
¿Cuántos artistas caben en uno solo?


Nosotros hicimos obras encargadas por clientes muy exigentes.










También hicimos obras para regalar, pensando en los gustos de las personas a las que se lo dedicábamos.










Quisimos pintar en el aire y para ello utilizamos unos lazos fluorescentes que en la oscuridad
imitaban los movimientos de los artistas.
También compusimos obras con nuestros cuerpos convertidos en
manchas de color en movimiento.

Hicimos marchas largas...

y manchas cortas...

puntos y líneas...

y manchas inclinadas...


Pero... ¿qué sería de nosotros si los artistas no expusieran sus obras?
Quisimos compartirlas con nuestras familias montando una exposición.
Por eso hicimos las invitaciones, los carteles, las cartelas para las obras...

Y vino mucha gente a vernos.
¡Muchas gracias a todos por hacernos disfrutar del arte!